Evita Ser un Reductor Accidental y Multiplica el Talento de Tu Equipo
¿Has sentido que, a pesar de tus mejores intenciones como líder, tu equipo no rinde como esperas? Puede que no sea falta de talento... sino exceso de entusiasmo, velocidad o ganas de ayudar. En mi experiencia acompañando a líderes de alto nivel como Mentor Coach, he visto una y otra vez cómo el liderazgo bien intencionado puede convertirse en una trampa invisible. A veces, incluso yo he caído en ella.
1. El concepto: "Reductor Accidental"
Liz Wiseman, en su libro Multipliers, introduce un concepto poderoso: muchos líderes no debilitan a sus equipos por ego o control, sino por falta de conciencia. Son los "Diminishers Accidentales", líderes que quieren ayudar, inspirar o resolver... pero terminan apagando la iniciativa, la creatividad y la autonomía de los demás.
2. Los 6 tipos de Diminishers Accidentales más comunes
Wiseman identifica 6 arquetipos que pueden funcionar como espejo para quienes lideramos:
a) El Optimista
Intención: Animar con confianza.
Resultado: Subestimar el reto y apagar la conciencia del esfuerzo real que requiere.
Solución rápida: Señala lo desafiante antes de inspirar. Reconoce la dificultad antes de entusiasmar.
b) El Rescatador
Intención: Evitar errores y proteger.
Resultado: Genera dependencia y debilita la reputación del otro.
Solución rápida: Antes de intervenir, pregunta: “¿Tú cómo lo resolverías?”
c) El Generador de Ideas ("Idea Guy")
Intención: Estimular creatividad.
Resultado: Abruma con ideas nuevas antes de ejecutar las anteriores.
Solución rápida: Crea un “Holding Tank” de ideas. Guarda y comparte solo cuando el equipo esté listo para acción.
d) El Siempre Activo ("Always On")
Intención: Energizar el ambiente.
Resultado: Ocupa demasiado espacio y apaga otras voces.
Solución rápida: Comprométete a hablar una sola vez en la reunión. Luego escucha.
e) El Rápido Respondedor
Intención: Mantener la agilidad.
Resultado: No deja espacio para que otros piensen o tomen la iniciativa.
Solución rápida: Espera antes de responder. Da espacio a que otros lideren la conversación.
f) El Que Marca el Ritmo ("Pacesetter")
Intención: Ser ejemplo.
Resultado: El equipo se desconecta porque no puede seguir el ritmo.
Solución rápida: Asegúrate de no alejarte demasiado. Mantente a una distancia que permita que otros te alcancen.
3. Lo invisible es lo que más impacta
Estos errores no vienen de la arrogancia, sino de querer hacerlo bien. Por eso son tan peligrosos: se vuelven invisibles. Y lo invisible no se corrige. El primer paso es hacerlos visibles: ponerles nombre.
4. Lo que he aprendido como C-Suite Mentor Coach
Acompañando a equipos directivos he aprendido que:
El exceso de protagonismo no siempre se nota... hasta que el equipo deja de hablar.
La sobreprotección es una forma sutil de desconfianza.
Ser el más rápido puede ser el mayor freno para otros.
La buena noticia es que todos podemos ajustar. Son hábitos, no etiquetas.
5. Experimentos que puedes probar ya (según Wiseman):
Da el 51% del voto: que otros decidan y sean responsables.
Habla de tus errores: genera confianza para que otros también lo hagan.
Haz menos intervenciones en reuniones importantes.
Juega "chips de participación": dos intervenciones por sesión, y escucha el resto.
Haz preguntas extremas: para abrir la conversación y soltar el control.
¿Quieres multiplicar el talento de tu equipo? No se trata de hacer más, sino de hacer espacio. Dejar de apagar sin querer, para empezar a encender con intención.
En LOGARITMO, acompañamos a líderes a descubrir estos puntos ciegos, activar el potencial de sus equipos y convertir su liderazgo en una fuente de energía colectiva.
LIBRO RECOMENDADO
Multiplicadores: Cómo potenciar la inteligencia de su equipo
Todos hemos conocido a dos tipos de líderes completamente distintos: Los del primer tipo drenan la inteligencia, la energía y las capacidades de quienes los rodean, y necesitan ser siempre los más inteligentes: se trata de líderes reductores. Masacran las ideas, taladran la energía y disminuyen el talento y el compromiso de los demás. Del otro lado del espectro están los líderes que usan su inteligencia para ampliar el intelecto y las capacidades de la gente a su alrededor. Cuando entran a una habitación se encienden focos sobre las cabezas de los presentes, las ideas fluyen y se resuelven los problemas. Son ellos quienes inspiran a los empleados a dar más de sí mismos para entregar resultados que superen las expectativas. Los llamamos multiplicadores. El mundo necesita más líderes de este tipo, sobre todo ahora, cuando se espera que quien está al mando logre más con menos recursos.
En este fascinante y práctico libro, Wiseman ha identificado las cinco disciplinas que distinguen a los multiplicadores de los reductores. Éstas no se basan en el talento innato, sino que son habilidades y prácticas que todos podemos aprender a usar, incluso los reductores más veteranos y recalcitrantes. Asimismo, los autores dan vida a cada una de estas disciplinas a través de estudios de caso reales y vívidos, así como consejos prácticos y técnicas para mostrarte cómo puedes convertirte en un multiplicador, ya seas nuevo en el negocio o un jefe con mucha experiencia. Imagina lo que lograrías si pudieras utilizar toda la energía y la inteligencia que te rodea. Multiplicadores te enseñará a hacerlo.